Cualquiera que se haya iniciado en el metal con The Big Four, y luego haya profundizado un poco más en la escena indie, debería recibir un gran subidón de endorfinas cuando descubra que los maestros del speed y el thrash, RAZOR, están a punto de lanzar su primera propuesta de estudio en 25 años. El álbum, Cycle of Contempt, es un disco directo y despiadado que no se anda con rodeos ni toma prisioneros. Desde los pegadizos y concisos riffs y los insistentes ritmos del primer disco, "Flames of Hatred", hasta el doble asalto, el silenciamiento de los acordes de potencia y la combativa voz de la banda que cierra el álbum, "King Shit", Cycle of Contempt es un mordaz recordatorio de una época en la que los clubes de todo el mundo estaban repletos de bandas de pelo largo que tocaban tan rápido como podían y de mosh pits que giraban y daban vueltas como la ropa en una secadora en cortocircuito.